Mantis
Mantis
MANTIS
En memoria de Fernando Aldecoa
y Antonio Sendino
Tañían las campanas se hizo crepúsculo
voces martilleantes el ángelus
despertad a los muertos
a aquellos que elegidos implacables las horas
flores ciñeran amargas amarilla su cintura
leve anillo mensajero-no maldita la esperanza
ciega lengua sin aurora los frutos imposibles
muda venganza ofrendada torpe los vivientes
hubieron invocado crueles fúlgidos destinos
íntimas inesperados placeres sonoridades
en las hondas bodegas sensitivas
que habrán fermentado grotesco los misterios
Despertad a los muertos tañían las campanas
y entre ellos a aquel que tan cerca estuvo
ay de la ternura
tocando la nada que la existencia le ofrecía
pues abrir no rechazaste las venas al viento
Cuando temblores fueron azules cortinajes
cuando trenzas de oro quisieron corporales
arrancar de tu frente trágica memoria
acaso plácida nostalgia de lejanos esponsales
apenas llamándote ignorada dulcedumbre coronas
de flores nunca imaginarias si estiércol
revolviéndose en la tierra abriste las venas
al viento una no deseada amanecida
Vuelve recuerda fuiste era la cárcel
fuiste en la pared contigua invocado
dime los golpes P4R era la vida
no sé qué gesto fue la muerte
recios ventanales repiten incesantes
nudillos en los hierros que abortan esperanza
Qué horror de campanas mustios los tormentos
qué crueldad en ti y a ti que os nombro
amigos míos en lo más ilimitado de la ausencia
puso extrañas melodías en vuestros labios
visiones amargas que abandonaran vuestros ojos
¿Quién os llama? venid
a la palabra que busca el encuentro vuelve
fuiste en la pared contigua invocado hablaremos
de deseos que ya no pertenecen a los hombres
Recuerda tu también recuerda amigo mío siéntate
en la mesa ignorabas las palabras los hilos
torpes que tejen árbol a tierra
tierra a cielo y cielo a la llamada
Signo de Abraham caído en tu frente
Ignorabas las palabras había cumplimiento
mata siempre el padre en su deseo a hijo
que no reconoce era sí mismo
rechazaste el crimen y tu la víctima Isaac
de los más altos amores sin preguntarse
siquiera si era la nada o sueño
de la nada lo que dejabas vivir
ni los ángeles detienen la mano del verdugo
si el milagro los espanta
Siéntate a la mesa amigo mío
el tablero de ajedrez está dispuesto
nuestros dedos mueven como hilos engañosas
marionetas de un imposible condenado
Se desplaza o el caballo o juega el peón o la torre
gesto definitivo ¡no atrás! el error era la culpa
sólo el azar ama tanto lo determinado
Sabíamos a veces frecuenta el sacrificio
último júbilo irrepetible
el beso más tierno de la muerte
Disculpad amigos hondo sufrimiento mi audacia
si nos llamo y os quisiera tan cerca de mi
en esta segunda destrucción ¿quién quisiera retornar?
reclama aquél que pone habitáculos a lo muerto
cuando único vosotros decís la existencia.
Tañían las campanas se hizo crepúsculo
voces martilleantes el ángelus
despertad a los muertos
íntimas sonoridades bodegas sensitivas
que habrán fermentado grotesco los misterios
allí aparición quien confundía donde no
y verde sería quizá el aliento de la nada si estéril
germinase la melancolía del cuerpo desleída
interminable carne tangible en labios sexo-laberinto
a borde cerrada la nostalgia orilla
nostalgia camino cadena los encuentros
verde podría ser de la nada quizá el aliento reclama
sin embargo quien pone habitáculos a lo muerto
Quien insiste y se atreve a pronunciar posesivo
no fértil el nombre a contrapunto de la tierra
es aquél que se atreve extraña tú a unir voces
jirones harapientos tal vez agónico sueño mendicante
manos anhelantes a cielo risueñas de hombre
las que siempre dijeron torpe artesanía lo que nunca
dirían manos que abrazaran lo imposible
Lamento de campanas más allá volved
aunque sombras sagrada venganza sean cuerpo - nada
sombras más allá de toda oscurecida
que hubieran a los vivos poderosas ofrendado abominable
doliente amarilla la materia agónica
invisibilidad errabunda de átomos dioses
diminutos que jugasen asustadizos rechazo
orden desorden o amor la consistencia
virus del canto sonoro estremecido de lo enfermo
Oculta diosa naturaleza lejana y marchita
incandescente no crece salvaje primigenio orgullo
ni savia en ojos alados de tus vegetaciones
supuran húmeda niebla sudario grises los poros
aquellos que fueran si un día cavernas lumínicas
Temblorosa piel palpitante en esplendor de florecida
espacio donde torbellino acá de los tiempos resuena
temblores de puertas cerrándose abriéndose ceguera caliginoso manantial
fatídico tumulto de agua renacida en inútiles ondas de certidumbre
Lamento de campanas más allá volved
habitan poseída los muertos la señal
que habrán de vivir ceremonia los vivientes
ácidos cuencos mesa del banquete sangre
rezuma coágulo táctil venganza
gozo uva y miel naciendo a lo sonoro
solemne alcanzase ropaje de lo posible
vírgenes celebran yace el tiempo esponsales
caído donde antes no sería que fue
ni poder habría porvenir ser que será
¿Acaso aún solemne podrá ropaje tan leve
ser negado a quien ama la consistencia?
resurrección amor al antes despiadado
que no se hará se hizo semilla para nadie
se detiene donde incansable tiempo la risa
libre vuelo singular de pájaro sin límite retorna
hábil para confusa juguete redes la mente
frágil telaraña hilos de oscura conciencia poseída
mezquinos rinden edificarse homenaje estatuas de sal
petrificadas grano a grano horas que a nadie pertenecen
camino trazado al después siervo único para única mirada
inasible más acá próximo evanescente el ahora
no indiferente podrá aquietar paso a gozoso encuentro
¿Acaso detiene tiempo vuelo de pájaro sin límite?
tiempo pájaro que viva fueron sea es en nosotros
sacro deleite quien de íntimo secreto a canto viajero
aunar podido habría balada de ultramundos
un instante indefinido quebró así toda distancia
allá próximo el aquí transfunde amor acá el allí lejano
¿qué perversa ambición hostiga a poseer desvarío
actos gestos pensamientos imágenes que nos huyen?
Responde solo y llora cándido amor imposible
oculto Narciso cada hombre que no reconoce su deseo
triste amor imposible aún más allá que todo lamento
ardorosa súplica quietud instante mentida compasión
inmóvil ahora sublime identidad espejos ilusorios
¿qué plácido cuerpo no encuentra en otro-uno su cuerpo amor?
lumínica alegría si al unísono sucediese suave púdica más alta posesión
pronta desvanece fantasmagoría vanas identidades
incansable no detiene el tiempo piadoso siquiera un instante
llora Narciso llora amor imposible otro amor llora era la muerte
Qué horror de campanas mustios los tormentos
las aguas ciñeran amargas amarilla su cintura
voces martilleantes ¿quién sabe sino tú la muerte mar?
coronado de líquenes ahogado será hijo de certidumbre
hombre verde escupitajo en las arenas si la alforja
no desprendida guarda en su costado ansias
que fueran recuerdo entre los vivos
pues soberbio en sendero ilimitado estatuario puso fría
escuadra de tiza líquidas presencias estancadas
avizorantes diques de metal
permanece rígido pensamiento
salobre cuida sonriente en alforja la mortaja
Naufragio de su cuerpo que convirtió en ahogado
no habrán de abandonar flores risueñas su boca la espuma
el pez o el guijarro ni su lengua tumefacta
el alga lasciva la caricia de su vientre
los ojos dilatados hongos marinos ni medusa
oscura danzarina de ritos primigenios
habrá podido olvidar desde ignoradas profundidades
abrir su manto al goce recién llegado de un cadáver
¿Qué dulce inquietud rasga endurecida la mortaja?
si apenas se deshace en el abrazo de las aguas
no más fuerte el llanto de las madres tenebrosas
no más fuerte la luna nacida del escarnio
orgullo anciano de selva calcinada
sonríe la noche ¿qué rasga endurecida la mortaja?
si apenas la ingrávida súplica de las nubes
sin camino cierto ni huella alguna
la piel oceánica desvela vivifluyente
si apenas se enturbia la sonrisa de la noche
¿quién quisiera adónde retornar?
Palpitantes insinúan estrellas tenso acoplamiento
latido abisal de nunca retenido azul
a lujuriosa piel moviente de la mar
pues poseídas por llanto desgarrado incesante de olas
sí atentas al verde vaporoso reclamo
de una luz insidiosamente turbadora
hubieron arrebatado inmóviles fauces marinas
socavones vertebrados sedimentos oceánicos
fósiles vivientes nutriendo arraigo sombra
campana sumergida imantando la luna
en ciego silencio de peces amarillos
giran reencuentran hilos del azar
despojo vestidura equilibrio turbio ordenamiento
Tañían las campanas se hizo crepúsculo
será inmortal celebrado banquete de esponsorios
cuando hubieran los muertos entrelazado hueca mirada
al arcoiris vivos cristalino ojos ilusorios
cuando hubieron de sombra pálidos dueños impuesto
frío anillo que despierta dulce tortura quemante del hielo
a quienes fueran coronados de espinas aurorales
sienes acantiladas mareas calientes descienden
torbellinos rojizo lúbrico fluído sideral
vivificante sin límite lo hondo estrellas
soterradas gotas de rocío ultrafulgentes
en profundo abisal donde sangre luz origen
luz asciende en marea a sienes coronadas
vigor que habrán de recibir dueños de sombra
ellos sempiternos dominadores de los vivos
mortales marionetas tosca a golpes la consciencia
deseos encubiertos pensamientos suprema ignorancia
Mágica apariencia danza no desvela sagrados secretos
a ciegas criaturas que anidan lo moviente
Celebran trágicos esponsales muertos y la vida
insondables entre muros ásperas vegetaciones
cerco que desprecia plácido retorno a huerto inicial
todavía donde niña no triste la vida jugaría la comba
amable vaivén inconstante rueda de la fortuna
huidiza cruel esponsal espera niña hermanas
temprana alba la aurora algún día
habrán podido amorosamente ser guía de sus caminos
por bosques en lo no cierto ensoñados ni sí mentira
mágicos álamos a no-inseguro-sí desafiantes ni sí lo verdadero
Velado dulce atardecer cierne fría noche
y aún desdén más oscuro paño llamada ni respuesta
a pesar del espanto forcejea blanca niña sí
aunque pócima amarilla habrá sido era los muertos penetra
punzante desgarro frágil entraña veneno
a sangre era niña que vida fue pronta júbilo
a sangre recién entregada de odio
estruendo de girasoles sublime confusión
que levemente convulsiva
rígidas crines amarillas roza
del monstruo visitante aquel
en armarios oscuros de la infancia
hermano de lo terrible era el retorno
sanguinaria la memoria
espanto eran los días venideros
niña que vida fue pronta
a sangre entregada de odio
Habrá de golpear insiste la frente gime fantasmagórico círculo
redes nocturna inasible hirientes vegetaciones
crispadas inmóviles tardíamente verdecidas tal vez supieran
retienen quizá los signos que marcan tan brutal ceremonia
cuevas tenebrosas mágicos guardianes custodian
en alto fervor piedad de los esqueletos
intangible diamantinos innumerables atrayentes tesoros
vedados para quienes pertenecen a hijas del tiempo
frente golpea fantasmagórico círculo puerta inconmovible de bronce
blasfemia estatuaria en yunque fraguada del enigma
tras celosa oculta gloria en cofre de tan esperado misterio
esmeraldas talismánicas
llamándote a más hondo ocultamiento
donde juega sorpresas lo gratuito
desvaneciéndose hermano de lo terrible
cualquiera acontecer
¿Qué se niega por qué para quienes y a quienes pertenecemos a lo moviente?
fieros aldabonazos la llamada ni despiertan
siquiera levemente quieta agonía de silencio
queda solo sería delirio pan de las flores siemprevivas
multicolores habrán nunca deshojadas aquellas acabado alimento
que fueran en hondas nítidas visiones amargas la locura
aturdidas ascienden cuando torbellinos planetarios
turbulencias aroma desencadenan creciente la espiral
habrá en cálidos efluvios recorrer nebulosas sendas ignoradas
Era no y ni principio ni fin no alfa y omega si horror la confluencia
hubiera caricias amor en llanto dispersado elegíaco del aire
flores muertas al fin respirarían sueño libre en altos espacios
Esta lejana vaporoso espectro la tierra prometida
donde habría podido crecer huella de un designio
Vuelven ya no ensoñación desfallecida sí salvajes banquetes
insólitos esponsales cuando orgullosos muertos y la vida
sacrificasen placeres sabiamente que habrán celebrarse rencores
serán en amplias lecho nupciales vegetaciones
flores que amamantaran mustias recién nacido cadáver
en sombríos espejos-muerte quien la cara devuelven corroída
a fieles amantes que yacen sería sarcasmo sin labios
huecos rostros en más placentera incitante certidumbre
Velado dulce atardecer cierne fría noche
seno amarillo luna desgarro doliente de la tierra
descuidada verde queda sangre atrás no savia solo de árbol
atrás también atrás cuajado alimento azul en la marea
a pesar del horrísono quebranto nada decía pesadumbre
destierro voluptuoso era cárdeno seno para los muertos
donde perdura amor fría lengua luna húmeda caricia
nunca para tierra que amase en exceso pensativa vida
corroído mástil alzada impaciente a fatídicas célicas plenitudes
infinitas círculos solares blancuras cegadoras habrán sido
ácidas burlas quemantes luciérnagas de luz abandonada
harán que huidizo camine vacilante el hijo del hombre
hasta agónica palidez éxtasis radiación melancólica de luna
bien amada pavorosa que ternura sacro huésped de ermitaño
agua viva será para sed trashumana en insólito desierto
pero amarilla también amarilla arena polvo de oro
en fina lluvia será lo inmutable ponzoña riquezas poderío
para quienes comercian eternidad a investidos de muerte
sueño más allá de lo posible susurra adormecido en última cuna
murmullo ininteligible arrebatados despojos a la existencia
serían esotérico signo ni sentido nada o ser o si quimérica señal
enigma que habrían dueños de sombra alcanzado poseer
a poseernos quienes ebrios permanecemos suplicantes
en gélida bruma tenebrosa vértigo del desamparo
hombre hijo de hombre bienamado de lo doliente
implorantes son aquellos helada fuente quien de muertos
manantial sombrío miedo de estar solos
enfermizos creadores febriles de hijos de tiniebla
habrán de vislumbrar mandato-signo ahora o antes huella invisible
indescifrable odio lumínica venganza a nadie será
que para nadie fue era sin embargo especie humana
soberbia locura a extinguir espasmódico pensamiento
humana será la especie despeñada por su pueblo
quienes vivan será fraude en memoria de su pueblo
no justicia sabed hijos sempiternos de la noche
llamada arteramente presencia pronto se hará discordia
inevitable dolor de marioneta abocado a venganza
mágica apariencia danza que desvela no sagrada secretos
a ciegas criaturas que anidan lo moviente
ácida burla quemantes luciérnagas de luz abandonadas
harán que huidizo camine vacilante hijo del hombre
Campanas tañeran resplandor de amanecida
voces martilleantes fueron aurorales
despertad a los vivos tañían las campanas
a aquellos que elegidos benevolente las horas
flores al viento ciñeran anillo verdiazules su cintura
quizá habrá una vez sido mas quien hijo malditos certidumbre
gozados único amantes hicieran posible señal
placentera en mesas soberbia signo aquel banquete
fueran una vez abrazo amigos otra vez algas al ahogado
rígido flores lascivas labios morados pensamiento
acólitos peces lengua tumefacta
habría alcanzase sido mueca primordial
vertebradas sombras océano primigenio
verde-nada regresa allí apariencia de milagro
denso aliento espejo a boca de terror
¡Qué pronta ojo luna lívido a conocimiento!
maternales había volcanes desplegar apagados
ancianas seductores terríficos senos sonoridades cenicientas
qué augurios tan fuertes quisiera telúricos maldición de las mareas
atrás, atrás voz aquella desairada hombre extranjero
soberbia si despreció e hizo dejase antiguo amante enuncie mágica palabra
no era nave no, siquiera mástil camino ni canción verdadera
sin embargo ahora era para viento aquel que todo lo une
y habrá sabido de distancia que nunca ya separa
sacro deleite quien de íntimo secreto a canto viajero
aunar podido habría balada de ultramundos
y aún muy alta posesión hueca mirada turbadora
habitan dominadores muertos la señal
que habrán de vivir ceremonia los vivientes
fue esposa madre luna indiferente habrá lejanía sido cuarto menguante
cierra viento puertas receloso gimientes oídos
pasiones hirvientes olas plumajes incendiadas locura
quisieran marinas atraer profundidades blanca
insinuante lecho espuma nupcial en los rompientes
hubiese líquido seminal fuera coágulo en verdores
habrán podido musgo-manto remover terciopelo vivifluyente a lo fecundo
animales resurgieron pétrea corteza era edad del espanto
Será inmortal celebrado banquete de esponsorios
cuando hubieron los muertos hueca la mirada
al arcoiris vivos cristalino ojos ilusorios
cuando hubieron de sombra pálidos dueños impuesto
frío anillo que despierta dulce tortura quemante del hielo
sea crimen ritual más allá horror no consentido hijo de hombre
bienamado de lo doliente retorna placentero corazón a gratuidad de tu origen
pleamares que habrán sido cantos exculpatorios de antaño
resuenan cuerpo entrañas galope indómito de caballos
para quienes irresolutos fueran tímidos iniciados a libertad
mata en desaire a la muerte víctima soberbia
piel a lo vivo despelleja que recubra ordenamiento
terror-crimen si gratuito ojos dilatados conocimiento
habrán devuelto mutilados imagen del despertar que el espejo exigían
tu origen fue maldito ¡salve! fuiste nació lo incierto
hubiese oscuridad ese instante más amplio
oscuridad inaudita abrazó cómplice Cosmos
vana tierra madre era vana confusión celeste
triste seducción la de la luna perfidia triste la de la estrella
resuenan cuerpo entrañas galope indómito de caballo
deseo irrupción vigorosa tensa el deseo cuerda fue arco
para flecha firme tránsito a donde espacio-tiempo
certera horrendo gangrena quebrantado era límites
quien recogiese que fuera sólo sí cosecha nauseabunda
Hijo de hombre-no cautivo-huésped del desarraigo ilimitado el deseo
era más fuerte no aquella soga cerrada de la vida
más fuertes no aquellas redes de muerte ni voces de barquero
tristemente roncas doloridas voces tenebrosas la laguna
descansa súbito huésped del desarraigo salva dolor cada sueño
que dulcemente teje ansiada trascendencia
hilos de plata entre la vida y los muertos
virgen penetró deseo esposa fiel gratuidad lo nacido
tierra radiante madre jubilosa era radiante luz celeste
delicada seducción la de la luna amable fidelidad la de la estrella
traspasados hubieran de instinto más alto sido vislumbre los gérmenes
ilimitada flecha hubiese milagro ser que fue imperecedero Cosmos
flecha gesto desvarío oscuramente desarraigo gratuito del hombre
Lamento de campanas más allá volved
sonríe la noche ingrávida súplica de las nubes
¿qué dulce inquietud rasga la mortaja?
Banquete se celebra entre muertos y vivos
gozo de miel y uva naciendo a lo sonoro
mensajero rápido viento discreto todo lo une
traición oculta sabe esconde toda distancia
Inmortal será celebrado banquete de esponsorios
cuando hubieran muertos hueca la mirada
al arcoiris vivos cristalino ojos ilusorios
sabíamos curioso viento contemplara huerto inicial un día
triste niña la vida en despiadada posesión seminal
de quienes hemos pertenecido también a reino de lo viviente
en júbilo danzó huracanado danza grotesca
torbellino entre agrias risas estentóreas lo caduco
máscara terrible bellezas perdurable
Tiempo atrás leves cortinajes frontera de los sueños
se abrieran doradas melenas para dar paso al Desconocido
era a quien hubiesen permitido los hijos de la muerte
conceder presencia de vivos a ceremonia inmortal
si tuvieran morada sin sobresaltos fielmente compartida
¿a qué lumbre qué antorcha guiaba designios
en apariencia distantes sin embargo tan cerca?
órbitas vacías cuencas aquellas plenas de luz
deseo hondo más intenso permanece que la Madre
está detrás de aquello que pervive sublime quehacer o simple cumplimiento
más cerca del amor se aleja del amado si posible lo diverso
arrastra sombra a catacumbas de soledad
donde obtiene cuidadosamente aliento a sabia actitud
que podrá no dejar ser devenir en torpe inconsistencia
solo el deseo más hondo pertenece al deseo
a voz de universo que lo encuentra invoca no acierta despedida
aquello de nosotros que haya vislumbrado fugaz
apenas tocando con la yema de los dedos tan alta posesión
será aquél de nosotros que habitará lo inmortal
y así fuera atraída tiempo leyenda sin reposo estrella
a tenue agónica nostálgica luz de luciérnaga
pálida amante luna de sangriento sol amante
sendas recorre hasta nunca alcanzar alcoba
para quienes tendieron difícil fortaleza divino arco de oscuras voluntades
a voluntad florecida será ilimitados ultramundos
no corporales más allá de cualquiera conciencia ultrajada
por el canto disperso amarillo doliente de la materia
renació en eterno estatuaria complacencia deseo
relámpagos amor deseo otro lumínicos en noche inexistente
confusa sorpresa aborreció el tú que era desvanece cualquier identidad
identidad ciénaga de sentidos que recoge barquero
era sin forma deseo sonoro deseo no entendimiento
ni ver desde ojo ni oír desde oído ni sueño siquiera percibía sombras
deseo eterno acorde deseo resplandeciente relámpagos
amor lumínicos extraña apariencia en noche inexistente
fugaz permanece siempre absoluto instante
no derrama vaso corazón desdén errante fugitivo
renueva vid ausente infinitos sarmientos
en éxtasis era perpetuo sin forma inasible
en hondos silencios no solitarios de la Isla
Inmortalidad fuisteis conquistada en perseverante deseo gratuito
perseverante deseo que nunca desfallece permanecerá imperecedero
por siglos de siglos en cualesquiera que hubiera otras existencias.