Nota


    Por la particular disposición tipográfica del poema y por la variedad de versos de distinto número de sílabas, conviene hacer algunas puntualizaciones:


En el apartado 136 del Principio fundamental de la reducción de las vocales a grupos silábicos, del Manual de pronunciación española (1985), Navarro Tomás dice: «Foneticamente, dos vocales, cualesquiera que sean, son siempre susceptibles de reducirse a una sola sílaba, aunque en determinados casos, por razones gramaticales o de otro carácter, deje de cumplirse dicha reducción».

La pauta seguida en estos versos en el caso de los grupos de dos vocales es la reducción a una sola sílaba, excepto que las vocales que aparecen juntas sean ea, eo, ia, io, ie cuando la primera vocal es acentuada.

En relación a los grupos de tres vocales, Navarro Tomás dice: “para que la reducción [a una sola sílaba] sea posible, es preciso que las vocales, según el grado de perceptibilidad de cada una de ellas, se hallen combinadas, dentro de cada grupo, de mayor a menor o de menor a mayor, o bien que la vocal o vocales más perceptibles, o sea, las de articulación más abierta, se hallen en el centro del mismo, mientras que las menos perceptibles, o de articulación más cerrada, ocupen los extremos. La reducción de los grupos vocálicos a una sola sílaba es, en cambio, imposible cuando entre dos vocales relativamente abiertas aparece una vocal más cerrada”.

La pauta seguida en estos versos en el caso de los grupos de tres vocales es que cuando la reducción a una sílaba no es posible, según el criterio arriba citado, se reducen a dos sílabas. Cuando los grupos ea, eo, ia, io, ie entran en contacto con otra vocal se produce también una reducción a dos sílabas, formando sinalefa la vocal final de palabra y la vocal inicial que la sigue.

Tipograficamente, la mayoría de los versos aparecen divididos en dos o tres fragmentos, formando diversas figuras que se repiten, de modo que no habrá más de dos versos entre dos figuras relativamente iguales, pudiendo después abandonarse la figura repetida, aunque posteriormente se pueda retomar. Algunos versos no se fragmentan.

    El mismo criterio se utiliza para el cómputo silábico, de modo que no habrá más de dos versos entre otros dos con el mismo número de sílabas, pudiendo después abandonarse esta medida silábica, aunque se retome más adelante. No existe correspondencia entre las figuras y el cómputo silábico.

    En los casos en que hay cortes tipográficos dentro del verso, se produce sinalefa cuando el corte es escalonado, excepto que no sea posible la reducción vocálica a una sola sílaba. Cuando la palabra termina con dos vocales que no se reducen y se encuentra con una palabra con vocal inicial se forman dos sílabas, ya que la vocal final y la inicial constituyen sinalefa. Cuando no existe escalonamiento, sino alineación vertical (tanto a la derecha como a la izquierda), se produce hiato. En alguna ocasión, se marca el hiato con un punto alto (·) después de la vocal final de palabra.

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