MÁSCARA DE PIEDRA LA CASA
Máscara de piedra la casa muda a natura
desdoblamiento por mano que funesta arranca
pedernales a lo que no siendo es indeterminado
¿Esas órbitas vacías imantarán corrientes marinas
y se harán retina donde se refleje
y ella sea
omnipresencia inimaginable el insomnio primigenio?
¿Esa rígida boca dará entrada a la voz
de los volcanes
y pronunciará palabra que sea palabra
indistinta
de aquella voz aún no engendrada en nuestra boca?
Tiembla recién
nacida
tigre herido la tierra
nacida
del horror
de lo que ella no· era
hubo horror
ante la casa
y fue metamorfosis
de aquello
que Hay
y que no siendo se hizo tierra
Escalofrío
del cielo en la mutación de no azul
ante la ceja
de piedra que vigila la noria
de los días
y las noches
no movida por rebaños
pastoreados
por otro sol
que en lo incierto siguiera
eterna
su andadura desdeñando el retorno
Cruel
espina
de hielo en la garganta del mar
al que estampa
afilados rasgos
estatuarios la casa
¿dónde
eso otro
insondable intacta fluencia
límites
colmillos del orden
irrumpieron en ti
Surgiste mar
y te heriste en las orillas
Blanco lamento
espuma llama a lo no retenido
Aire estupor
del aire entre oquedad mineral
revoloteos
asustadizos arañan grietas
por no entregarse a vano
vuelo de voz
que con desgarro
desde la lejanía clame
ser aliento que hubiera
Hay primigenio
No respira
ingravidez
exiliada la palabra
ni ilusoria
se funde
al aleteo de lo vivo
ingrávido espesor
al que ningún vuelo alcanza
calor ascendido
más acá de todo nombre
Máscara
la casa muda a natura
en lo habitado
estigma
de vecindad para cielo para tierra
lacerante
lazo para aire amargo para mar
Pérdida
de natura despeña el habitar
al desamparo
Habitamos
donadora de formas fatídica la ausencia
angustia
de la que brotan a corazón abierto espacios
despiadadas
telarañas que asfixiantes
aletargan
la nutricia
verdinegra maternidad de los bosques
- húmedas
irisaciones hubiera en su tibio
regazo
sin dejarse
atrapar por desarraigadas figuraciones -
angustia de la que a hierro se forja
umbrío tiempo
argolla que circunda suprema
maternidad
- en su regazo
hubiera interminable júbilo sin dejarse
aprisionar
por eslabones - instante a instante - figurados
Es lo muerto lo habitado pérdida de natura la ausencia
es angustia lo muerto ausencia natura lo perdido
Muertos
estigma
de vecindad para aire para mar
son
encarnizado lazo para cielo para tierra
Aire mar
eco y eco
blanquecinos en el interior de la casa
resonancias funerales
cielo tierra en el hueco de la máscara
Los muertos visten a los vivos con el ropaje de la existencia
tejido
con hilo sonoro de sombra en el exilio de la vida
Invocadnos
Somos palabra en vuestra boca
¿Si no se pronunciase el nombre de la nada
qué nombre para algas árbol o los mortales?
El sol
se mira en el No
surge más ardiente desde sí
se desvanece
en su brillo vuelve
su brillo más intenso
ilumina el habitar
con el gesto de la mano que impone
horizontes a lo que
no siendo es indeterminado
Horror iluminado la palabra Sonríe la máscara
Se estremece la Madre acuna dolorosamente las voces
que marcan
lejanía en el abrazo
de lo fecundo
lágrimas
compasivas la savia roza
los pensamientos
cortaduras de lo que está más acá de cualquier posesión
Nutre Madre las palabras
desborden de ternura
se abra fúlgida la puerta
se inicie la danza
se arremolinen
- vértigo de negra luz verdeante -
nieve nube y niebla y viento
- en ofrenda los senos -
por cálidos deslumbradores aromas
transfigurados
destellos
de infinitos nacimientos fundidos en el instante
infinito
en que rejas de arado del tiempo
no surquen entrañas
allí donde
íntimo anida en continuo
cumplimiento el goce
Virginal se abre la puerta de las fulguraciones
oscuras
olas celestes salpican la tierra
sangran los árboles en jubiloso crecimiento
ramas
de violácea movediza transparencia
tibios brazos
extendidos de la atardecida
atraen a los cuervos solares mensajeros benignos
de aquellas sombras
más antiguas que la sombra
sombras de soles más antiguos que la luz
Se contorsiona
el aire danza liberadora danza
cimas de oro relámpagos águilas
y las palabras
dan caza
a su reflejo en las aguas maternales
ondulación de fuegos en que arden
los nombres
derraman
sus cenizas por regazos de espuma
se entregan
a la promisoria negación
que esplendente en la turbadora boca de los muertos
se hizo No
donando vida a la vida de los vivos
y fue No
ala de abeja cortante para máscara
gota de miel y leche que desmorona la casa
Sea en nosotros la piel verdinegra del bosque
húmeda intimidad
la espesura nuestro cuerpo
Reinicia tus pasos alimentándote de rebeliones
en la conjunción
del arco iris y del gesto de la mano
Deseo no posesión halla a natura en el Deseo
presencia de lo común entre los vivos y los muertos.